Necesaria la revisión de los negocios ubicados en zonas irregulares o concesionados; también la seguridad social de los rescatistas.

El incendio registrado la tarde de este pasado sábado, en una recicladora de Cabo San Lucas, dejó al descubierto varios temas que han quedado sueltos por las autoridades de Seguridad y Protección Civil de todo estado.

Pues hace meses, sucedió un incidente similar a pocos metros de ese mismo lugar, donde se incendió una tienda de venta de artículos de segunda mano.

Lo que no sabemos, es si los permisos para la operación de estos comercios se encuentran en regla, si cuentan con los permisos correspondientes y si cuentan con las medidas de seguridad como extintores y salidas de emergencia.

En estos tiempos de calor, es más propenso que un incendio se pueda propagar y se extienda de formas considerables como ha sucedido en estos lugares.

Al estar en zona de arroyo, o zonas de riesgo, es posible que se tengan concesiones por parte de la autoridad federal, pero poco se ve que estos vengan a supervisar a los negocios, dejando el trabajo a la autoridad municipal.

El incendio de la recicladora, se extendió en pocos minutos, dejando el lugar en pérdidas totales; se evacuó a 200 familias que vivían asentadas al rededor del negocio.

La madera, el cartón, plásticos y el vidrio, lograron que el incendio se avivara en pocos minutos.

Fue necesario que bomberos de La Paz, Todos Santos y San José del Cabo acudieran en ayuda de los vulcanos locales.

Todos reconocimos el trabajo de nuestros héroes, muchos de ellos voluntarios.

Pero es aquí donde nos damos cuenta, que ante una emergencia de tal magnitud, no contamos con la infraestructura de rescate necesaria para atenderla.

La cantidad de camiones extintores es poca, se ocupan ambulancias, pipas, maquinaria pesada y sobre todo el recurso humano necesario para atender a la población.

Afortunadamente, no hubo pérdidas humanas que lamentar; hubo bomberos deshidratados que de igual forma, fueron atendidos por paramédicos de la misma institución y de la Cruz Roja Local.

¿Qué sucedería, si el incendio se hubiera propagado a las viviendas cercanas?

¿Tendríamos capacidad de atención médica?

Poco más de cinco horas ocuparon los cuerpos de emergencia para sofocar las llamas en su totalidad.

Todas las autoridades en las redes se volcaron en agradecimiento a los cuerpos de emergencia participantes; en pocos días, la labor de estos quedará de nuevo en el olvido.

Esperamos pues, que las autoridades de los tres niveles volteen a ver, y reconozcan el esfuerzo, pero no solo con un Gracias, también con equipamiento necesario, vehículos de emergencia, uniformes, equipo de comunicación, tanques de oxígeno y las herramientas necesarias, pero sobre todo que haya también seguridad social para nuestros héroes.

Veremos pues, si en los próximos días las autoridades emprenden alguna campaña también para revisar todos los negocios ubicados en zonas de arroyo o concesionados.

Que cumplan con las medidas de seguridad, no con las mínimas, sino con las exigidas.

Los accidentes pueden evitarse, si se previenen.