• La intención es lograr detecciones más tempranas para evitar complicaciones severas

Autoridades sanitarias de diversas entidades federativas participan en la Jornada Nacional de Líderes Estatales y Actualización de la Enfermedad Pulmonar Obstructiva (EPOC) que se desarrolla en Baja California Sur como parte de la capacitación continua de profesionales de medicina y enfermería que lleva a cabo la Secretaría de Salud federal para fortalecer la calidad de las atenciones que proporciona a las y los mexicanos que carecen de toda seguridad social.

En esta actividad que se realiza en el marco del día mundial de este padecimiento que se conmemora durante este mes de noviembre, especialistas en neumología enfatizan la importancia de que el personal de primer contacto esté atento a la sintomatología asociada a esta afección, a fin de realizar pruebas que favorezcan su detección y tratamiento oportuno, indicó el director de Atención Hospitalaria de la institución, Miguel Liera Bañuelos.

En este sentido el médico señaló que entre las señales de alerta de esta patología destaca la dificultad para respirar, la tos crónica y la presencia de flemas que limitan progresivamente el flujo del aire, hasta llegar a un punto en que la o el paciente no puede hacer esfuerzos físicos mínimos, de ahí la necesidad en identificarla, para emprender medidas terapéuticas que ayuden a prevenir complicaciones.

Liera Bañuelos agregó que si bien el padecimiento no es curable, existen intervenciones farmacológicas que pueden mejorar la expectativa y calidad de vida de las personas, comentó Liera Bañuelos al establecer que la exposición al humo de tabaco (en la que se incluyen tanto a los fumadores activos como a los pasivos) figura como el principal factor de riesgos para desarrollar esta afección.

Esta condición resalta la importancia de que la población limite o se desista de ese consumo que es altamente nocivo para su salud y la de las personas que le rodean, abundó el subdirector al agregar que otros de los factores de riesgo por EPOC son la contaminación de aire en interiores (como puede ser la exposición continua al humo generado por el uso de leña), a polvos o productos químicos, así como las infecciones repetidas de las vías respiratorias durante la infancia.